RECICLAJE
DE BASURA
PODRIA
ESTAR COMIENDO PLASTICO Y NO SABERLO
Un carguero repleto de
patitos de goma naufragó durante el invierno de 1992 en mitad del
océano Pacífico, víctima de una violenta tormenta, liberando al
mar casi 30.000 animales de plástico de los que transportaba.
Alegres objetos para jugar en la bañera, castores, ranas y tortugas
de todos los colores, iniciaron un inopinado viaje que les llevaría
allende los mares. El periodista Donovan Hohn los fue recogiendo a lo
largo de un interesante periplo por costas de todo el mundo, de
Escocia a China, de Alaska a Hawái, y lo contó en el libro
Moby-Duck (Aguilar), uno de los mejores de 2011 según The New York
Times.
Esta curiosa anécdota, a pesar de la candidez de los
patitos de goma y demás juguetes, refleja lo rápidamente que se
extienden los residuos sintéticos que arrojamos (o acaban por una
razón u otra) en el mar. En el planeta Tierra, encerradas dentro de
las corrientes circulares que se producen en la superficie de los
diferentes océanos, hay enormes islas flotantes formadas por esta
basura. Pero en los últimos tiempos, científicos y ecologistas
ponen el foco en otra vertiente no tan conocida del problema: los
microplásticos. “Se trata de pequeños fragmentos de plástico,
menores de cinco milímetros, que se pueden haber formado a partir de
grandes plásticos (a través de la acción del sol o el oleaje) o
que son específicamente fabricados en ese tamaño, por ejemplo, para
la industria cosmética”, explica Elvira Jiménez, responsable de
Océanos en Greenpeace
España, la organización ecologista que ha lanzado recientemente
una campaña para concienciar sobre el creciente riesgo de los
plásticos en pescados y mariscos.
Realizado
por : Maria Tahiri y Carmen Poyato 3 A
Fuente:http://elpais.com/elpais/2017/02/06/buenavida/1486389792_272655.html